Desde
China...
Andaba
yo embebido en mi trabajo, sin darme mucha cuenta de mi alrededor cuando entre
a comprar en un comercio chino, algunas cosas que me hacían falta.
Fui
a la caja y encontré al chico que se ocupaba de ella, tras una mascarilla con
filtro, no podía hablar, los ojos le lagrimeaban, estaban rojos, tosía sin
parar, lo estaba pasando bastante mal.
-
¿Alergia? - le pregunté.
-
Si - me dijo compungido - al olivo.
-
¡Vaya, pues anda que no estamos rodeados de ellos aquí!
Él
hizo un gesto con las manos, resignado y me cobro el importe de la compra.
-¡Manda
guevos! - dije - con lo grande que es el mundo y has tenido que venir desde
China, aquí a Jaén a respirar el polvo amarillo.
¡Cuídate hombre!
Y
allí dejé al pobre hombre, que estaba para estar en cama, y seguí pensando:
¿cuántos kilómetros habrá desde China hasta aquí?
MarinaDuende 18/05/2015
(Lema: polvo amarillo)
Foto Internet.